(Ciudad Guayana, 31 de mayo).- En cierto poblado vivía un herrero, el cual se había cansado de la vida de excesos que había llevado, y había decidido consagrar su vida a Dios. Durante muchos años practicó la caridad, pero, a pesar de todo su esfuerzo, nada parecía funcionar en su vida. Al contrario. Sus problemas y deudas se acumulaban cada vez más.

Una tarde el herrero recibió la visita inesperada de un amigo, el cual consciente de su difícil situación decidió ir a verlo y hablar con el.

Comenzó diciéndole: – «Es realmente extraño que, justo después de que decidiste convertirte en un hombre temeroso de Dios, tu vida comenzara a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tu búsqueda de Dios, nada ha mejorado».

El herrero había pensado muchas veces, sin entender lo que pasaba en su vida. Sin embargo, como no quería dejar a su amigo sin respuesta, encontró una explicación.

Le dijo: – «En este taller recibo acero que aún no se ha trabajado y necesito convertirlo en espadas. Primero caliento la chapa de acero a un calor absurdo, hasta que se pone roja. Luego, tomo el martillo más pesado y aplico golpes hasta que la pieza adquiera la forma deseada. Lo sumerjo en un balde de agua fría y todo el taller se llena con el ruido del vapor. Repito este proceso hasta conseguir la espada perfecta, porque una sola vez no es suficiente».

– A veces, el acero que llega a mis manos no puede soportar este tratamiento. El calor, el martilleo y el agua fría acaban llenándolo de grietas. Y sé que nunca se convertirá en una buena hoja de espada. En ese caso, simplemente lo coloco sobre un montón de chatarra que viste en la entrada de mi herrería.

– Sé que Dios me está poniendo en el fuego de las aflicciones. He aceptado el martilleo que me da la vida, ya veces me siento tan frío e insensible como el agua que hace sufrir al acero. Pero lo único que pido es: Dios mío, no te rindas conmigo hasta que puedas tomar la forma que el Señor espera que sea. Intenta como mejor te parezca, durante el tiempo que quieras, pero nunca me metas en el depósito de chatarra de las almas…

Amigo, no te preocupes por el martilleo de la vida, ni por las pruebas de fuego a las que está sometida. DIOS EN PERSONA está trabajando en Ti !!!

Por KrystalFM