(Ciudad Guayana, 20 de mayo).- El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, y el ministro de Exteriores, Hossein Amir Abdollahian, han fallecido en un trágico accidente de helicóptero en una zona montañosa cerca de Varzeqan, en el noroeste del país. La noticia fue confirmada por un portavoz del Gobierno iraní a la agencia de noticias Reuters en la mañana del lunes.
El accidente ocurrió cuando el helicóptero en el que viajaban regresaba de un evento en la provincia de Azerbaiyán Oriental, donde Raisí y su homólogo azerbaiyano, Ilham Alíyev, habían inaugurado dos presas.
En el momento del siniestro, la aeronave se dirigía hacia la ciudad de Tabriz para una visita a una refinería. Además del presidente y el ministro de Exteriores, en el helicóptero viajaban el gobernador de Azerbaiyán Oriental, Malek Rahmati, y el ayatolá Mohammad Ali Ale-Hashem, representante del líder supremo iraní en la provincia.
La Media Luna Roja iraní informó del hallazgo de los restos del helicóptero en las primeras horas del lunes, después de un complejo operativo de búsqueda que se complicó por la lluvia y la niebla.
Pir Hossein Kolivand, jefe de la Media Luna Roja, indicó que la situación no era favorable, y posteriormente se confirmó que el helicóptero estaba “completamente calcinado”.
Raisi comenzó su carrera en el sistema judicial iraní a una edad temprana, ocupando varios puestos clave que le permitieron ejercer una influencia considerable.
En la década de 1980, sirvió como fiscal general adjunto de Teherán, y su papel en las ejecuciones masivas de prisioneros políticos en 1988 le ganó una reputación de dureza. Fue conocido como el «Carnicero de Teherán» debido a su participación en estas purgas, lo cual ha sido objeto de críticas tanto dentro como fuera de Irán.
Tras su fallecimiento, el vicepresidente Mohammad Mojber, de 68 años, asumirá el cargo de presidente interino hasta que se celebren nuevas elecciones en 50 días.
La causa del accidente aún no se ha determinado. Se presume que el helicóptero en el que viajaba el presidente era muy antiguo, de la década de 1960, fabricado en Estados Unidos, y el mantenimiento de los repuestos siempre fue un problema. Las autoridades iraníes realizarán autopsias para identificar los cuerpos y proporcionarán informes más detallados en el futuro.